VIP No. 51 Entrevista con Lucille Dupin

VIP No. 51 Entrevista con Lucille Dupin

Lucía Agudelo se inspiró en la afamada novelista francesa para su seudónimo. Un claro guiño a la intención de todo su proyecto musical: el feminismo. Hablamos con ella sobre nuevas canciones, el disco que espera ver la luz en 2021 y el activismo desde el arte.

1. “Julieta” es otro sencillo que sacaste este año. Es un tema muy personal dedicado a tu hija. ¿Cómo has encarado la maternidad desde lo creativo y desde su resignificación para las mujeres?

Debo confesar que en un principio no encontraba cómo equilibrar la maternidad con todo lo demás, creo que es algo que todas las mujeres atravesamos cuando enfrentamos el reto de retomar nuestra vida después del parto, pues una se siente extraña hasta en su propio cuerpo. Pero fue justamente con “Julieta” en donde pude retomar mi labor artística y re conectarme con mi música, al aterrizar en palabras y sonidos todas las emociones y pensamientos que me acompañaron durante la gestación. Julieta fue la puerta a un mundo de creatividad, abundancia y sensibilidad nueva para mi, y en ese camino puede también resignificar lo que representa la maternidad para mi. Cruelmente se les dice a las madres que su vida y sus proyectos “termina” cuando tienen hijos, pero esto no es más que un pensamiento algo cínico que esconde misoginia, pues no perdemos ninguna vida, sino que una vida nueva comienza en nosotras cuando tenemos hijas o hijos, y su existir resulta siempre como un aporte a nuestros procesos, sobretodo los creativos. Creo que es importante hablar de esto y visibilizar la maternidad, no solo en un sentido general, sino también desde el ámbito artístico, pues ser madre no debe ser sinónimo de esclavitud, sino de libertad. Maternar es un acto sumamente político. Maternar es resistir a las imposiciones patriarcales que sostienen un mundo donde no hay espacios para las mujeres ni para las infancias.

2. Cledón cumple un año el próximo mes de octubre. ¿Qué aprendizajes te dejó ese EP para la construcción de Sibila?

No puedo creer que ya va a ser un año desde que lanzamos Cledón ¡Qué emocionante! Han sido muchas las veces que he grabado Sibila, hasta dar con el sonido al que realmente quería llegar, y Cledón surgió como un experimento en donde quise plasmar el camino recorrido hasta ahora, además de ser un guiño a un trabajo discográfico que quise hacer en un momento, en donde jugaba con la dualidad de lo acústico y lo electrónico. Cuando lancé Cledón no esperaba más que recopilar y publicar algunas de las canciones que compuse durante el proceso de creación de Sibila, y debo confesar que me sorprendió la gran acogida que tuvo, pues algunas de estas canciones no iban a ser publicadas siquiera. Definitivamente Cledón marcó uno de los hitos de mi carrera, me demostró que el todo el trabajo y esfuerzo que he llevado a cabo estos años no ha sido en vano, que voy por el camino correcto, y me ha permitido también darle nombre y forma a este sonido que por tanto tiempo he buscado. Cledón fue un pequeño experimento que salió muy bien, y me llena de emoción ante la expectativa de lo que será Sibila.

3. Llevamos más de un año sin conciertos, festivales y shows multitudinarios. ¿Cómo crees que debería cambiar las lógicas de los eventos en vivo para acoplarse a las nuevas realidades?

Han sido un año muy largo, por un tiempo las transmisiones en vivo fueron la solución, que si bien han permitido una especie de regreso en algunos casos exitosos como lo fue el festival Hermoso Ruido y el festival Altavoz, a una como artista le hace falta el calorcito del público, su energía y las interacciones tan mágicas que se dan en esos espacios. Los conciertos pequeños, por otro lado, pueden ser una salida, permiten reconectar con el público y volver a los escenarios creando atmósferas íntimas donde se interactúa con el público de tú a tú, pero después de una gira en estos espacios también puedo decir que una reactivación de todo el ecosistema musical es urgente. En lugares donde el proceso de vacunación ha avanzado efectivamente ya se habla de regresar a los festivales masivos, y siento que Colombia está quedada en ese tema. Hay un abandono estatal frente al sector cultural en el manejo de la pandemia que nos tiene en crisis, pues muchas familias dependen de la cultura para sobrevivir. Necesitamos volver a los escenarios para hacer nuestro trabajo, y creo que el abandono estatal deja mucho que esperar y mucho por hacer. Los espacios abiertos en donde se pueda mantener la sana distancia son un camino para volver poco a poco, y el control de aforo también, pero necesitamos que se gestione por un lado la vacunación de las personas, y por otro, la radicación de permisos para revivir escenarios que hemos perdido durante esta dura pandemia. La innovación que ha surgido para enfrentar la pandemia desde el sector cultural es de admirar, pero sin políticas públicas es difícil democratizar el retorno a nuestras labores de una manera que sea benéfica para todas y todos, y no solo para unos pocos o quien pueden permitírselo.

4. ¿Qué artistas que hayas descubierto en todo este periodo de pandemia quisieras recomendar?

Pues entre tantas cosas, tanto bellas como grotescas, que trajeron estos tiempos del fin del mundo, debo agradecer que conocí aristas increíbles como Las Añez, Nicolle Jadad, Bella Álvarez, Ev, Matiu Colin, Buha 2030 y Maria Ambivalente, que se destacan entre otros proyectos colombianos.